lunes, 4 de agosto de 2008

Último recuerdo

Ni siquiera se paró. Tan sólo agitó su mano mientras desaparecía en la lejanía.

- En otro momento -pensé-, quizá cuando nuestro paso sea tan lento como el de las montañas.

2 comentarios:

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Es como para no irse. Y quedarse entre las montañas.

Saludos.

Leodegundia dijo...

Los recuerdos a veces pasan tan rápido que casi no existen.
Un abrazo

Geoclock


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