jueves, 7 de enero de 2010

Hoja de avisos


Nostalgia. - Vuelta al trabajo. - El calendario. - Nieve. - Iago. - Mi vesícula. - El libro. – Introducción. – Direcciones útiles.

Con la nostalgia de los días pasados en St Jean de Cole vivaqueando todavía en mi memoria, comienzo a rehacer lo que va a ser mi vida en los próximos meses, seguramente hasta el verano. Imagino que llegaré como me ocurre habitualmente: dejándolo todo o terminado apresuradamente, u olvidado para marchar (huyendo del caos) de vacaciones.

Tengo la costumbre de inaugurar el año laboral colocando un nuevo calendario en la pared de mi puesto de trabajo. Así lo llevo haciendo desde hace tiempo. Este año le ha tocado a uno de National Geographic que reproduce en cada mes una cumbre montañosa, de esas perdidas en lo más remoto de las alturas, que parecen querer ser olvidadas y guardar su eternidad entre el silbo de los vientos y el brillo cegador del sol. Quizá sea el influjo de esa nostalgia de la que hablo, pero creo ver en mi elección de este año algo más que una casualidad.

Dicen que va a nevar a partir de mañana o pasado. Teniendo en cuenta que el 8 de enero de 2009, víspera del nacimiento de mi hijo, cayó una gran nevada sobre esta ciudad, sería una agradable coincidencia que volviera a hacerlo.

Parece que han esperado a que pase lo peor de las navidades para darme una noticia muy oportuna. Esas fiebres y malestares que me vienen molestando de un tiempo acá, son producidas por una colección de piedras que deben estar descansando plácidamente en mi vesícula. Solucción: muerto el perro, muerta la rabia; o dicho de otra manera, extraer el órgano en cuestión. “Así –pensé durante unos instantes-, es médico cualquiera”. En cualquier caso, buscaré una segunda opinión… Quizá sea porque el dueño de la primera, pretende que borre de mi dieta todas aquellas viandas y caldos que hasta el día de hoy eran parte importante de todos esos placeres de los que uno disfrutaba como un monje.

Por fin ha salido a la venta el libro. Les ha costado un poco, pero ya se puede encontrar en algunas librerías. Para celebrarlo, y también para que quién lea esto se haga una idea de lo que contienen sus páginas, van a continuación las dos primeras.



“Qui n’a pas l’esprit de son âge

De son âge a tout le malheur”

–Voltaire–



Poco podía imaginar Armando Pignatelli a lo largo de su vida que habría de dar con sus huesos en las cárceles de Zaragoza, y que cuando saliera de ellas sería para morir entre la locura, el dolor y la nostalgia. Él, uno de los aristócratas más poderosos de Europa y personaje solicitado en las reuniones de la buena sociedad del París napoleónico, luchaba en la soledad de su celda con el terrible mal que desde hacía decenios venía diezmando a su familia.

Lejos estaban aquellas cartas de Voltaire felicitando a sus padres por su nacimiento, o el cortante discurso de Rousseau en la visita que hizo a la casa de sus abuelos, los Egmont, para leer en público por primera vez el borrador de sus Confesiones. ¿Qué quedaba de todo aquello en esas primeras semanas de 1809?: apenas un hilo de vida que iba consumiéndose, a la par que ahí fuera lo hacía el ánimo de los zaragozanos en su resistencia al segundo sitio que habían puesto las tropas napoleónicas.

A Armando Pignatelli de Aragón, los libros de Historia suelen dedicarle –en las contadas veces que lo hacen–, unas escasas líneas retratándolo como un magnate afrancesado cuya principal ocupación consistía en perseguir a las bailarinas del Teatro de la Ópera de París. Esta caracterización, que no es la carta de presentación más favorable para abrirse un hueco en la historiografía, le ha mantenido ignorado respecto al análisis de los trascendentales acontecimientos en que, unas veces por propia iniciativa, y otras muy a su pesar, se vio envuelto.

La vida de Armando Pignatelli, Conde de Fuentes y Egmont, y, sobre todo, las dramáticas circunstancias por las que ha pasado a la Historia, difícilmente podrían ser entendidas sin conocer antes el amplio círculo que entre España, Francia e Inglaterra, abrió su abuelo y que sería decisivo para el devenir familiar durante los reinados de Carlos III y Carlos IV. Todo ello tuvo lugar, en gran medida, gracias a una acertada estrategia de alianzas políticas con el Conde de Aranda y su Partido Aragonés, que le llevaron directamente a primera línea de la diplomacia; y se complementó con una alianza matrimonial con la rama francesa del clan, los poderosos Egmont, convertirá a Francia en un poderoso foco de atracción para la Casa de Fuentes. Circunstancia que ejercerá una influencia particularmente intensa sobre Armando Pignatelli.

Los tiempos revolucionarios lo fueron de exilio y confiscaciones para los Pignatelli, que sólo retornaron a Francia con el ascenso fulgurante de Napoleón. Entonces brillará más alta que nunca la estrella de la Casa de Fuentes en la sociedad napoleónica, verdadero punto de contacto entre las antiguas aristocracias ilustradas y los meritócratas surgidos de los campos de batalla y los negocios bancarios, un mundo a caballo entre lo épico y lo pragmático, entre las antiguas maneras y los nuevos modos que anticipan el Romanticismo.

Hay algo de ese prerromanticismo en nuestro personaje, una actitud fatalista, nostálgica, que se verá decisivamente marcada por el estallido de la Guerra de la Independencia. Éste será el comienzo del fin del vendaval bonapartista, al tiempo que cortará de raíz la pujanza, tan pacientemente edificada a lo largo de décadas, de los Pignatelli.


Si a pesar de ello, alguno de mis pacientes lectores está interesado en hacerse con él, pueden encargar en su librería favorita el libro ”El conde de Fuentes. Vida, prisiones y muertes de Armando Pignatelli” de José Antonio Beguería Latorre e Ignacio Perurena Borobia, editado por la Institución Fernando el Católico. (ISBN 978-84-7820-991-0).

También lo venden algunas librerías por internet, aunque sólo voy a señalar las que respetan el material que venden y a sus autores. De los otros, de los que mercadean con los libros como si fueran sacos de piedras, quizá hable en una futura anotación, pues de ello hemos aprendido algo estas últimas semanas.

http://ifc.dpz.es/publicaciones/ver/id/2941

http://www.logi-libros.com/ficha.php?id=3747

http://www.calamo.com/?cat=-5

http://www.casadellibro.com/libro-el-conde-de-fuentes-vida-prisiones-y-muertes-de-armando-pignate-lli/1623760/2900001356786/es_es

http://www.marcialpons.es/fichalibro.php?id=100862112

Sin más, gracias y feliz año nuevo a todos.


Geoclock


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