Existe en Bretaña un lugar de nombre evocador, llamado Champ Dolent. En él descansa desde hace siglos un gigantesco menhir que, según la leyenda, cayó del cielo para separar a dos hermanos que se enfrentaban en una sangrienta batalla.
Así dice la leyenda.
Desde entonces, y cada vez que alguien muere en aquél lugar, el menhir de Champ Dolent se hunde un poco más, de manera imperceptible, bajo la tierra. Dicen, porque parece que todo lo que se cuenta en aquél lugar gira en torno a aquella antigua roca, que en el momento en que ésta desaparezca totalmente bajo la tierra, habrá llegado el día del juicio final.
8 comentarios:
(Intentando no recordar a Obelix) No me extraña que todo lo que se cuente gire en torno al menhir, parece el eje del mundo.
Como que casi no se ve otra cosa en los alrededores.
Salud y felicidades -con retraso-, por el cumple blog
Los dólmenes y menhires que marcaban al mismo tiempo con precisión los lugares de “conjunción de fuerzas” siguen teniendo su atractivo y, como en este caso, una llamativa historia o leyenda.
Abrazos.
Para mi que va más allá. Que se trata de una muestra de las diferentes maneras que tenemos de enfrentarnos a los desconocido a lo largo de la historia: desde la interpretación legendaria, hasta la que tu mencionas, hay un amplio abanico de lecturas que pretenden explicar el porqué de ese menhir en Champ Dolent. Gracias a cada una de ellas, seguramente, ha sobrevivido al paso del tiempo y al expolio humano.
Al final resultará que todo este tipo de cosas son como una esfinge: de significado hermético, silenciosa, observadora, dispuesta a que se la lea de muy diversas formas a cambio del tributo de la eternidad.
Salud
Ese lugar lo visité hace unos años, en un viaje (el único) a Bretaña. Estaba entonces, si no me falla la memoria, en un campo de cereales. Hay mucho misterio en estas piedras grandes, incomprensibles, pero llenas de algo que es humano. Un abrazo muy fuerte y melancólico.
el día del juicio final será demasiado tarde para que los humanos les llegue el juicio,
Ese pedrusco resistirá incluso más allá
Muy diferente tuvo que ser pues la imagen que viste, Isabel, con el menhir rodeado de cereales. Imagino que sería allá por la primavera. Lo nuestro fue una fría mañana de invierno tres días después de una impresionante nevada que nos dejó aislados camino de nuestro destino y con todas las vacaciones cambiadas. Afortunadamente, lo fue para mejor.
Si no nos ha llegado el juicio, amigo Anarkasis, difícilmente lo hará más adelante. Para mi que en eso somos como los monos de 2001 ante el misterioso monolito.
"Está lleno de estrellas"
Salud y gracias por vuestras palabras.
Pues esperemos que tarde mucho en hundirse aunque tal y como van las cosas por el mundo parece que llevamos mal camino.
Un saludo
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